domingo, 5 de febrero de 2012

Los chicos de Guardiola

1.- Barcelona-Real Sociedad (Liga, Jornada 22), 4 de febrero de 2012, 2-1 (Tello y Messi)

2.- Partido bien jugado y mal resuelto por parte del Barcelona, que tras la apoteosis de diciembre no acababa de coger el punto.

3.- Guardiola volvió a ser reconocible, volvió a ser ese entrenador singular y especialmente atrevido, único, capaz de alinear con la Liga en juego a cuatro jugadores que hace unos meses estaban en el filial: Dos Santos, Thiago, Tello y Cuenca —y de dejar en el banquillo a Xavi, Piqué, Abidal, Busquets, Alexis...

4.- Puesta en escena muy clásica, con los dos centrales —Puyol y Mascherano— en el medio campo; los dos laterales —Alves y Adriano— jugando de interiores; Dos Santos haciendo de Busquets; Thiago, Cesc y Messi asociándose por dentro; y Cuenca y Tello en la línea de cal estirando el campo.

5.- Gran partido de las dos novedades. Tello lo venía anunciando. Ya en Villarreal tuvo una aparición estelar, increíblemente desequilibrante en el mano a mano con el lateral. Y anoche confirmó que estamos ante una joya de extremo, un especialista del desborde, muy alejado de los extremos que Guardiola se ha ido inventando, como Pedro y Cuenca, más dados a jugar por dentro que por fuera. Tello no. Su hábitat es la banda y la línea de fondo. A la vieja usanza. Y marcó un gol a lo Henry. Pase al hueco de Messi, entre el central y el lateral, y sutil toque de Tello con la derecha, a pierna cambiada, ante la alocada salida del portero.

6.- Dos Santos parece ser que es una debilidad de Guardiola. Ha llegado al primer equipo con el manual del mediocentro-Barça, del juego posicional, aprendido de memoria. En ataque es muy aseado, juega de primeras y le da velocidad al balón, y en defensa está siempre bien colocado, tiene un imán para los balones. Busquets carecía de relevo —Keita era más un parche que una solución. Ya lo tiene.

7.- A pesar de marcar un gol y de dar otro, Messi estuvo especialmente ofuscado toda la noche. Torpe en la definición ante el portero, errado a la hora de elegir la mejor opción en numerosas jugadas, poco cuidadoso con el balón en los pies, escasamente asociativo... Jugar todos los minutos de todos los partidos no sale gratis. Por mucho que Messi crea que la vida es ese periodo de tiempo que hay entre partido y partido, Guardiola debería velar únicamente por los intereses del Barcelona. Tener a Messi contento está muy bien pero no es lo más importante.

8.- Con el gol de la Real —clamoroso error de Alves— a un cuarto de hora de finalizar el encuentro le entró al Barcelona un ataque de nervios. Las heridas del día del Madrid todavía no están cerradas. El equipo reculó de mala manera, dejó de asociarse y empezó a jugar en largo. Y pasó unos minutos finales con el miedo —además del frío siberiano— metido en el cuerpo.

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