domingo, 4 de marzo de 2012

Aferrándose a la Liga

1.- Barcelona-Sporting (Liga, Jornada 26), 3 de marzo de 2012, 3-1 (Iniesta, Keita y Xavi)

2.- Extraño partido, con dos partes muy distintas. Un primer tiempo sin demasiada historia. Clemente no se traicionó y colgó a sus once jugadores del larguero. El Barcelona, sin Messi ni Busquets sancionados, jugó en el campo de su rival con más inercia que claridad. Piqué y Mascherano apenas bajaron de la divisoria; Keita regresó tras la Copa de África para colocarse de mediocentro, el único lugar donde ha jugado esta temporada;  Xavi e Iniesta de volantes; y arriba Cesc de falso nueve, con Pedro y Cuenca en las bandas. Discutible presencia de Alves y Adriano en el los laterales. Ni eran necesarios en defensa ni aportaban mucho en ataque, pues las bandas ya estaban ocupadas por dos extremos, especialmente en el caso de Cuenca. Da la sensación de que haber renunciado a uno de ellos para dar entrada a un centrocampista más hubiera resultado más interesante.

3.- Dominio absoluto del Barcelona pero sin ocasiones claras. El gol llegó en una de las pocas combinaciones brillantes y limpias. Y precisamente con un protagonista, Adriano, que estaba resultando hasta el momento totalmente prescindible. Arrancada del brasileño hasta el borde del área, donde habilita a Keita, que se la devuelve de primeras. Ante la salida del portero sportingista ve la llegada desde atrás de Iniesta, que emboca el balón en la red.

4.- A la vuelta del descanso todo cambió. Piqué es expulsado por una absurda falta. Siendo el último hombre es necesaria más sutileza y menos ímpetu. Minutos de desconcierto y gol del Sporting.

5.- Y ante la dificultad, en las peores circunstancias, Guardiola se rearma. Defensa de tres y entran Alexis y Tello por Cesc y un desafortunado Pedro, en las antípodas del jugador de estas dos últimas temporadas. Tello empieza a desequilibrar por la izquierda e Iniesta a aparecer por todas partes, como si de Messi se tratara. Y aunque las ocasiones no son abundantes, se empieza a mascar el gol, que acaba teniendo otro protagonista cuya influencia en el partido estaba siendo perniciosa. Keita no es Busquets y se nota. Es un mediocentro convencional, aseado, con llegada y gol, pero sin la delicadeza y la continuidad que da al juego el de Badía.

6.- Pero suyo fue el gol, un bello zurdazo. Un gol decisivo que le permite seguir respirando a su equipo. El Barcelona se aferra a la Liga desde el convencimiento en una idea. La única idea.

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