domingo, 25 de marzo de 2012

Hasta que Iniesta dijo basta

1.- Mallorca-Barcelona (Liga, Jornada 30), 24 de marzo de 2012, 0-2 (Messi y Piqué)

2.- Guardiola, ante la ausencia de laterales, optó por un 3-4-3, con Mascherano, Piqué, Puyol atrás, Busquets de mediocentro en ataque y de central en defensa, acompañado por Cesc y Thiago en la construcción; Messi de enganche; y Pedro, Alexis e Iniesta arriba.

3.- El grosero estado del césped, alto e irregularrmente regado —muy seco en unas zonas, encharcado en otras— impedía una correcta circulación del balón. El Barcelona no podía desarrollar su juego de pases, que se quedaban cortos o resultaban imprecisos. No estaba a gusto, el partido era un descontrol.

4.- Guardiola mueve ficha. Busquets se incrusta como central, Thiago pasa al mediocentro, Iniesta de volante, Messi de falso nueve, Pedro a la izquierda y Alexis se coloca en la derecha para realizar su característico movimiento hacia el centro.

5.- El gol llega tras unos minutos en los que el Barcelona consiguió hilvanar tres pases seguidos. Pero fue un oasis en un desierto.

6.- El comienzo de la segunda parte confirmó que estábamos probablemente ante el partido más oscuro del Barcelona en lo que llevamos de temporada. El encuentro en el que menos reconocible estaba resultando. Valdés se dedicaba a sacar en largo, los centrocampistas no se imponían, los delanteros carecían de mordiente... Tal vez se notaba el descanso que Guardiola concedió a Xavi, el flojo partido de Cesc, la falta de profundidad de Mascherano y Puyol por los laterales...

7.- Todo eso se agravó con la expulsión de Thiago. Aunque el Mallorca no estaba generando mucho peligro, no cabían dudas de que al Barcelona le esperaba un infierno. Durante unos minutos asistimos a un momento inaudito: el Barcelona achicando balones en su área de mala manera y optando por el pelotazo como vía de escape. Se le podía escapar definitivamente la Liga en cualquier momento.

8.- De nuevo tuvo que intervenir Guardiola. Montoya y Keita por Cesc y Alexis. El equipo cogió algo de aire, se posicionó mejor y dio un paso al frente. Fue en ese momento cuando surgió la mayúscula figura de Andrés Iniesta Luján, el héroe del partido. Se apoderó del balón y dijo basta, hasta aquí hemos llegado. Fue un recital de giros sobre sí mismo, de requiebros, de gambetas, de fintas. El objetivo era conservar el balón. Un hombre solo se bastó para lograrlo.

9.- Y así llegó el gol de la tranquilidad. Iniesta ya se había impuesto a todas las adversidades. Faltaba la guinda. Tras una larga jugada de, por fin, pacientes pases, apareció un córner. Iniesta y Messi lo sacaron en corto y se las apañaron para generar una superioridad en las cercanías del área de la otra banda. Los defensas se habían incorporado al ataque. Puyol encontró a Messi, que chutó al palo. El rebote lo empujó Piqué al fondo de las mallas. Recuperando las esencias, siquiera por unos minutos, el Barcelona sobrevivió al terrible sufrimiento al que estaba siendo sometido en Son Moix.

10.- A Guardiola le dio tiempo a realizar un último movimiento. Entró Tello por un inane Pedro, que pide a gritos un hueco en las profundidades abisales del banquillo. Pocas veces se ha asistido a un empequeñecimiento tan acusado de un jugador. El caso es que Tello, un jugador que ahora mismo se encuentra en las antípodas del canario, volvió a dejar detalles de su categoría como extremo nato. El desborde no tiene secretos para el de Sabadell.

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