jueves, 30 de agosto de 2012

Las muchas lecturas de una noche de verano en Chamartín

1.- Real Madrid-Barcelona (Súpercopa, vuelta), 29 de agosto de 2012, 2-1 (Huguaín, Cristiano y Messi)

2.- El Madrid se llevó la Súpercopa tras un empate a cuatro goles en el cómputo total de los dos partidos. Pero eso es casi lo de menos comparado con la cantidad de jugo que se puede sacar al encuentro de anoche.

3.- Este Madrid es el mejor equipo del mundo, y probablemente uno de los mejores de siempre, en lo suyo: salir a morder con un Bernabéu encendido para aprovechar cualquier paso en falso del rival. Se trata de castigar el mínimo desliz, duda, error o falta de determinación del oponente. Los balones largos a la espalda de la defensa contraria tras una pérdida de balón son la especialidad de la casa. Pocas veces se ha llevado a cotas tan elevadas esa manera de entender el fútbol. Otra cosa es que, por mucho grado de virtuosismo que haya alcanzado el Madrid practicando ese fútbol, el aficionado se sienta realizado. Al mejor club del siglo XX y al de mayor presupuesto del XXI habría que exigirle que manejara unos registros distintos de los que utilizan los equipos de medio pelo.

4.- La caraja del Barcelona en la primera media hora, en la que encajó dos goles, Valdés recibió dos manos a mano y Adriano fue expulsado cuando derribó a un Cristiano que iba a colocar el 3-0, se puede explicar por el césped seco, la lesión a última hora de Alves y la consiguiente entrada sin calentar de Jordi Alba o el lastre que supone colocar a Alexis de extremo, pero todo eso queda en un segundo plano cuando un equipo que propone se enfrenta a otro que dispone. No puede ser fácil, cuando uno no esconde nada, jugar contra alguien que únicamente vive de machacar tus flancos desprotegidos, que sólo se legitima a partir de tus fallos y además, todo eso, llevado a cabo con una pulcritud y encomio máximos.

5.- El fútbol es mucho más que sumar ocasiones. La prueba es este partido. El Madrid pudo golear al Barcelona, sellar un marcador de escándalo a base de martillazos a la contra, pero el encuentro será recordado por el golpe de autoridad de los azulgranas tras esa primera media hora infernal, con un 2-0 en contra y diez jugadores. A partir de ese momento, lo que debería haber sido una apoteosis del Madrid se convirtió en la derrota más bella del Barcelona. Los hombres de Mourinho, ante el desconcierto de su parroquia, que exigía sangre y venganza, apenas consiguieron salir de su campo ni dar tres pases seguidos. Xavi, Iniesta y Messi tejieron un rondo inacabable por los pasillos interiores. Su ataque de orgullo cuando lo que pedía el cuerpo era protegerse del chaparrón y minimizar los daños, su coraje para querer imponer el estilo incluso en las peores circunstancias, y aun a riesgo de que la brecha fuera mayor, quedarán como uno de los grandes momentos de este equipo que trasciende resultados y títulos. El Barcelona, este Barcelona, es otra historia.

6.- Vilanova, en otro orden de cosas, ha perdido un título pero ha consagrado a dos laterales. Jordi Alba, que incomprensiblemente iba a ser suplente, y Martín Montoya, injustamente relegado hasta ahora al papel de cuarto lateral de la plantilla, reivindicaron su ADN Barça. La importancia de estos dos jugadores no es escasa, puesto que sus pares, Adriano y Alves, son dos cuerpos extraños en el ecosistema azulgrana.

7.- Buenos minutos de Alex Song, un pelotero con gran despliegue y salida muy limpia de balón. Su misión no es sencilla. Probablemente, tras Messi, Busquets sea el jugador con más difícil relevo del equipo. Pero por lo visto en el Bernabéu, da la impresión de que Song será un digno suplente del de Badía.

8.- La actuación del Barcelona desde la roja a Adriano entierra definitivamente toda la cháchara que generó la expulsión de Pepe en las semifinales de Champions de 2010. Quedarse con uno menos no es el fin del mundo. En aquella ocasión el partido marchaba 0-0, que no se olvide. Con el balón, se pueden reducir las consecuencias de jugar con diez. Pero sin él, cuando el fútbol se convierte en un ejercicio de presión marcial, la pérdida de un efectivo trastoca todos los planes. La culpa no fue de Stark.

lunes, 27 de agosto de 2012

Los problemas de Cesc y Alexis


1.- Osasuna-Barcelona (Liga, jornada 2), 26 de agosto de 2012, 1-2 (Llorente, Messi y Messi)

2.- Un partido entre dos duelos contra el Madrid es siempre complicado de digerir. Y si además se trata de que el Barcelona visite El Sadar, el engorro es mayúsculo. La imagen que los azulgranas, lastrados por la irrelevancia de algunos futbolistas en determinadas posiciones y la presión alta de Osasuna, ofrecieron durante la primera hora larga de partido fue muy pobre.

3.- Vilanova, en un gesto valiente, optó por seguir rotando al equipo. Regresaron Jordi Alba y Tello —Xavi y Pedro se quedaron en el banquillo. Pero el problema estuvo en las posiciones de Cesc y Alexis. El de Arenys de Mar, por mucho que lo intente su técnico, no es Xavi, desconoce el puesto de interior, sólo se encuentra cómodo como llegador; y el chileno, insistimos, no es un extremo, se muestra incapaz de desbordar en espacios reducidos.

4.- A pesar de que el partido se le había complicado sobremanera, Vilanova no cambió el esquema. Siguió con los cuatro defensas en la cancha. Entraron Pedro, Xavi y Villa por Tello, Cesc e Iniesta; y Messi pasó a jugar más retrasado y Alexis de 9.

5.- Messi jugó uno de los peores partidos que se le recuerdan, torpe en el uno contra uno, eligiendo mal los pases a sus compañeros.... Pero con todo y con eso apareció para sellar los dos goles de la remontada. Los astros son así

viernes, 24 de agosto de 2012

El clásico más redondo del Barça en el Camp Nou desde la manita

1.- Barcelona-Real Madrid (Súpercopa de España, ida), 23 de agosto de 2012, 3-2 (Cristiano, Pedro, Messi -p-, Xavi y Di María)

2.- El Barcelona, desde el célebre 5-0 en noviembre de 2010, no se encontró tan cómodo en su estadio contra el Madrid como anoche. Desde entonces, los azulgranas, en los clásicos en el Camp Nou de Champions, Súpercopa, Copa y Liga, no acabaron de sentirse a gusto, de dar con su juego fluido, de someter a su rival.

3.- Vilanova insistió en la ortodoxia del 4-3-3 —las genialidades de Guardiola, como colocar a Alves de extremo, costará volver a verlas—. Alves y Adriano, aunque éste sin apenas subir, en los laterales, con Piqué y Mascherano en el centro; el mediocampo va a ser innegociable en los partidos grandes, con Busquets, Xavi y un Iniesta alejado definitivamente de la banda; y arriba, a la espera de Villa, Alexis, Messi y Pedro.

4.- Salvo en el primer cuarto de hora del segundo tiempo, el Barcelona, a partir de un increíble Busquets, monopolizó el balón. No fue un ciclón generando ocasiones en la portería de Casillas, pero llevó todo el peso del partido. El Madrid no tuvo nada que decir durante todo el choque, con sus cuatro atacantes desenchufados en la presión y la elaboración, sin profundidad en los laterales, sostenido únicamente por Ramos y Alonso.

5.- Se aprecia una diferencia entre Vilanova y Guardiola respecto a Alexis. El chileno ha dejado de realizar el trabajo sucio de los desmarques de ruptura de fuera a dentro. Ahora se ha instalado en la cal como un extremo al uso. Parece un error, puesto que entre la virtudes del Niño Maravilla no se encuentra el desborde. En ese sentido, jugadores como Tello o Deulofeu pueden ser más adecuados.

6.- El tercer gol del Barcelona es una obra de arte. Por detrás de la divisoria combinan de primeras Xavi, Messi y Busquets, que ve la arrancada de Iniesta por el carril del 10 con un pase asombroso. El hueco que deja Messi lo aprovecha Xavi, que sale disparado a la espera de encontrarse con el balón de Iniesta. El manchego, tras un eslalon, deja a su compañero solo ante Casillas, al que bate a placer.

7.- No tardarán los ventajistas en cebarse con Valdés tras su pifia final. Conviene recordar que muchos goles del Barcelona nacen de un primer pase arriesgado del de Hospitalet. Son los peajes del estilo.




lunes, 20 de agosto de 2012

Vilanova es Guardiola con chándal

1.- Barcelona-Real Sociedad (Liga, jornada 1), 19 de agosto de 2012, 5-1 (Puyol, Chori Castro, Messi, Messi, Pedro y Villa)

2.- El estreno oficial de Tito Vilanova no pudo ser más continuista con la línea marcada por su predecesor. Todo en el Barcelona fue reconocible. Desde el dibujo a la presión, pasando por la importancia de Xavi y Messi, el espectador cerraba los ojos y se imaginaba a Pep Guardiola dando ódenes desde la banda.

3.- La primera decisión de Vilanova fue valiente. Pensó más allá del partido de anoche, le esperan al Barcelona dos choques contra el Madrid en la Supercopa, y no quiso quemar a Iniesta, Piqué y Alexis.

4.- Se desplegó el Barcelona a partir de un 4-3-3 muy claro, pero con Alves y Alba incorporados permanentemente al ataque y con Puyol y Mascherano plantados en la divisoria; Xavi, Busquets y Cesc en la creación; y arriba Pedro y Tello muy abiertos con Messi apareciendo por todas partes.

5.- Desde el primer minuto la intensidad fue máxima, tanto a la hora de circular el balón como de recuperarlo. A partir de la clarividencia de un fresquísimo Xavi y de la autopista que se creó un descomunal Tello en el costado izquierdo, el juego del Barcelona, con un Messi muy participativo, fluyó con una facilidad pasmosa tratándose del primer encuentro de la temporada.

6.- La noche se redondeó para el Barcelona en la segunda parte, con el gol de Villa, a los pocos minutos de reaparecer ocho meses después de su último partido.

7.- Más allá del resultado, incluso del juego, la mejor noticia para los azulgranas es que las sensaciones son muy claras, nada ha cambiado. Ni en el fondo ni en las formas. La vida sigue igual.