viernes, 24 de agosto de 2012

El clásico más redondo del Barça en el Camp Nou desde la manita

1.- Barcelona-Real Madrid (Súpercopa de España, ida), 23 de agosto de 2012, 3-2 (Cristiano, Pedro, Messi -p-, Xavi y Di María)

2.- El Barcelona, desde el célebre 5-0 en noviembre de 2010, no se encontró tan cómodo en su estadio contra el Madrid como anoche. Desde entonces, los azulgranas, en los clásicos en el Camp Nou de Champions, Súpercopa, Copa y Liga, no acabaron de sentirse a gusto, de dar con su juego fluido, de someter a su rival.

3.- Vilanova insistió en la ortodoxia del 4-3-3 —las genialidades de Guardiola, como colocar a Alves de extremo, costará volver a verlas—. Alves y Adriano, aunque éste sin apenas subir, en los laterales, con Piqué y Mascherano en el centro; el mediocampo va a ser innegociable en los partidos grandes, con Busquets, Xavi y un Iniesta alejado definitivamente de la banda; y arriba, a la espera de Villa, Alexis, Messi y Pedro.

4.- Salvo en el primer cuarto de hora del segundo tiempo, el Barcelona, a partir de un increíble Busquets, monopolizó el balón. No fue un ciclón generando ocasiones en la portería de Casillas, pero llevó todo el peso del partido. El Madrid no tuvo nada que decir durante todo el choque, con sus cuatro atacantes desenchufados en la presión y la elaboración, sin profundidad en los laterales, sostenido únicamente por Ramos y Alonso.

5.- Se aprecia una diferencia entre Vilanova y Guardiola respecto a Alexis. El chileno ha dejado de realizar el trabajo sucio de los desmarques de ruptura de fuera a dentro. Ahora se ha instalado en la cal como un extremo al uso. Parece un error, puesto que entre la virtudes del Niño Maravilla no se encuentra el desborde. En ese sentido, jugadores como Tello o Deulofeu pueden ser más adecuados.

6.- El tercer gol del Barcelona es una obra de arte. Por detrás de la divisoria combinan de primeras Xavi, Messi y Busquets, que ve la arrancada de Iniesta por el carril del 10 con un pase asombroso. El hueco que deja Messi lo aprovecha Xavi, que sale disparado a la espera de encontrarse con el balón de Iniesta. El manchego, tras un eslalon, deja a su compañero solo ante Casillas, al que bate a placer.

7.- No tardarán los ventajistas en cebarse con Valdés tras su pifia final. Conviene recordar que muchos goles del Barcelona nacen de un primer pase arriesgado del de Hospitalet. Son los peajes del estilo.




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