miércoles, 31 de octubre de 2012

Poca chicha

1.- Alavés-Barcelona (Copa del Rey, dieciseisavos de final, ida), 30 de octubre de 2012, 0-3 (Villa, Iniesta y Cesc)

2.- Era un partido para que Vilanova hubiera arriesgado con una alineación plagada de suplentes y con todos los jugadores del filial que el reglamento permite. Pero salieron de inicio Alves, Mascherano, Busquets, Iniesta, Cesc, Alexis y Villa. Los atractivos fueron únicamente Bartra y Sergi Roberto. Completaron el once un consolidado Montoya, esta vez como lateral izquierdo, y Pinto.

3.- En cuanto a lo posicional, Cesc hizo de Messi; y Alexis desde la derecha y Villa desde la izquierda enfocaban siempre el centro y dejaban las bandas a los laterales. El Barcelona jugó muy sereno, tirando de su clásico manual, metido en el encuentro desde el inicio, sin ofrecer ninguna duda a pesar de que el rival, de 2ªB, invitaba a la relajación.

4.- Aunque Alves puso un muy buen balón a Cesc en el tercer gol del Barcelona, su manera de jugar, tan poco sistemática, perjudica claramente a su equipo. Esos centros a la olla sin ningún sentido... Montoya merece ser el titular de la banda derecha.

5.- Sergi Roberto no tuvo mucha presencia en el partido, pero dejó algunos detalles. Aroma de jugador de clase. Es todo elegancia. Su problema es que en estos momentos pelea por un puesto con Xavi, Iniesta, Cesc y Thiago.

domingo, 28 de octubre de 2012

Los pelotazos de Valdés

1.- Rayo-Barcelona (Liga, jornada 9), 27 de octubre de 2012, 0-5 (Villa, Messi, Xavi, Messi y Cesc)

2.- La valiente propuesta del Rayo, anunciada la víspera por Paco Jémez —me encierre o salga a por ellos, lo normal es que acabe perdiendo, así que voy a ser fiel a mi idea de fútbol, vino a decir—, condicionó el juego del Barcelona, muy serio todo el partido. Y muy oscuro.

3.- El Rayo salió a morder, muy arriba, defensa adelantada y voluntad de querer el balón, a los azulgranas. La respuesta de Vilanova fue ordenar a Valdés jugar siempre en largo. No quería asumir ningún riesgo sacando el balón limpio desde atrás. Trataba el técnico culé de capear la esperada salida en tromba de los vallecanos y que el transcurrir de los minutos fuera minando las fuerzas de su oponente.

4.- Y así fue. Esta vez el problema del Barcelona no fue la renuncia a la pausa y al control en beneficio de la verticalidad de Cesc —que firmó un extraordinario partido, dicho sea de paso. La razón de la dificultad que se encontró el conjunto azulgrana estuvo en que no halló espacios en la elaboración ante una presión en todo el campo y una defensa tan adelantada como la de los rayistas.

5.- En otros tiempos habríamos visto a los defensas del Barcelona, a la hora de afrontar una situación como la de anoche, sacar el balón jugado desde su área. Pero Vilanova, al menos por ahora, no quiere correr ese tipo de peligros. La consecuencia fue que Valdés pegó más pelotazos que en toda la temporada pasada.

6.- El Rayo, conforme avanzaba el encuentro, se fue apagando. Y el Barcelona únicamente esperó su momento. Los espacios, y los goles, parecía que le caían del cielo. Pero no nos engañemos. Es mérito del Barcelona conseguir que el rival asuma un desgaste tan brutal de inicio aun a sabiendas de que ese planteamiento le va a acabar condenando en el tramo final.

7.- En las no muchas ocasiones en las que el Barcelona logró apoderarse del balón surgió la figura de Cesc Fábregas. Más pausado que de costumbre y cada vez menos falso 9 y más interior, dio un recital de clase y visión de juego. Enorme despliegue el suyo, coronado con dos pases de gol y un tanto.

8.- Los laterales gozaron de menos presencia en ataque que habitualmente, pero tanto Montoya como Alba resultaron decisivos con sus pases desde la línea de fondo, levantando la cabeza, que supusieron el segundo y el tercer gol de su equipo.

9.- Villa y Pedro salieron muy fortalecidos. Pegados a la cal, cada uno en su estilo, fueron una amenaza constante para la defensa franjirroja. El asturiano, que poco a poco va recuperando la chispa, con sus desmarques en profundidad —y su olfato de gol, que tan en evidencia deja a Alexis—; y el canario, en un gran momento de forma, con su tremendo sacrificio y su increíble punta de velocidad. Fueron un desahogo permanente para el juego azulgrana

miércoles, 24 de octubre de 2012

Sin Cesc regresa la ortodoxia

1.- Barcelona-Celtic (Champions, jornada 3), 23 de octubre de 2012, 2-1 (Mascherano -p.p.-, Iniesta y Alba).

2.- Volvieron Xavi e Iniesta a la dirección y el Barcelona recuperó sus viejos valores futbolísticos. El juego posicional, el control, la pausa, sacar el balón limpio desde atrás... la ortodoxia que le hace tan reconocible y de la que de manera inquietante se estaba alejando en las últimas semanas.

3.- El partido contra el conjunto escocés lo hemos visto muchas veces: el rival planta dos líneas en su área y el Barcelona se ve obligado a hacer un descomunal ejercicio de paciencia. Y así fue, en ningún momento, a pesar de las dificultades que suponía atacar a una defensa así, le dio a los azulgranas por desesperarse y acudir a otras maneras más directas de llegar al gol.

4.- Aunque la remontada no se consumó hasta el descuento, el Barcelona mereció la victoria desde mucho antes. Foster, el meta del Celtic, se marcó el partido de su vida, con al menos tres paradas prodigiosas. Vilanova, aunque la situación parecía requerir un golpe de timón, no tocó en ningún momento el dibujo, prueba de que se trataba únicamente de seguir insistiendo por la misma vía.

5.- Los dos goles de los azulgranas fueron muy significativos. El primero, una obra de arte, una combinación al borde del área de Messi, Iniesta y Xavi culminada por el manchego. Una exaltación de las mejores virtudes de este equipo: la asociación, el ir avanzando a la espalda de las líneas del rival y la excelsa técnica individual para manejarse sin apenas espacio y tiempo. Y el segundo, un centro del lateral derecho rematado por el lateral izquierdo, prueba inequívoca del fútbol total.

6.- Extraordinario debut del tan reclamado Marc Bartra. Acompañó a Mascherano como central derecho. Se anticipó siempre. Y las pocas veces que tomó la iniciativa para sacar el cuero lo hizo con pulcritud. Ni un sólo error en todo el partido. Incomprensible que Vilanova se lo haya pensado tanto con él. Como central es mejor que Song o Adriano de aquí a Lima. Habrá que ver, de cara al futuro, si mezcla bien con Piqué.

domingo, 21 de octubre de 2012

El Barça de Cesc es menos Barça

1.- Deportivo-Barcelona (Liga, jornada 8), 20 de octubre de 2012, 4-5 (Alba, Tello, Messi, Pizzi -p-, Bergantiños, Messi, Pizzi, Messi, Alba -p.p.-)

2.- Varios partidos dentro de un mismo encuentro. Hasta el 0-3, incluso hasta el 3-4, el Barcelona de la pegada y la verticalidad, del galope, un martillo que cada vez que llega marca, con Cesc, regalando tres pases de gol, de capitán general; a partir de la expulsión de Mascherano y la consiguiente salida de Cesc y entrada de Xavi al campo, vemos al Barcelona del control, de la posesión coma arma para desarmar al rival, del juego pausado y sereno y del dominio a pesar de contar con un hombre menos; y tras el 4-5, en los minutos finales del encuentro, el Barcelona del tembleque, de los miedos, de la falta de confianza en sus posibilidades, del pelotazo como recurso en situación de apuro.

3.- La soberbia actuación de Cesc, muy de highlights, no debe ocultar las disfunciones que genera su presencia en el juego de su equipo. Con él al mando, el Barcelona pierde el control del juego. No somete al rival, no lo desgasta a base de empotrarlo en su área, deja de coleccionar pases para dedicarse a llegar a la portería contraria de manera torrencial, con excesiva verticalidad. Eso supone que el oponente no llegue a descomponerse, no se desordene y, por tanto, esté en disposición de hacer daño en sus ataques. Y los partidos son más de ida y vuelta de lo que la configuración del Barcelona admite.

4.- Decepcionó Vilanova colocando a Messi de inicio. Aunque el enésimo festival del astro argentino parezca que nos quita la razón, la única manera de que Messi llegue fresco a abril y mayo es descansando en este tipo de encuentros, disputados tras un largo viaje y dos partidos con su selección.

5.- A pesar de las ausencias de Alves, Piqué, Puyol y Abidal, la teórica defensa titular, Marc Bartra sigue sin contar para Vilanova, que decidió colocar en el centro de la zaga a unos anoche muy anodinos Mascherano y Song. Las novedades estuvieron en la delantera: Tello jugó por primera vez en la derecha, y dejó su sello con una acción de mucha categoría en su gol, y Villa fue titular, pero pasó totalmente desapercibido.

6.- Valdés, por orden de su entrenador, ya no saca un solo balón jugado. Peligrosa deriva la que está tomando Vilanova.

lunes, 8 de octubre de 2012

Vilanova desdibuja al Barcelona

1.- Barcelona-Madrid (Liga, jornada 7), 7 de octubre de 2012, 2-2 (Cristiano, Messi, Messi y Cristiano)

2.- Por primera vez en mucho tiempo el Barcelona se acomplejó ante el Madrid. Fue en la primera media hora de partido, tal vez los minutos más decepcionantes del conjunto azulgrana desde que Guardiola se hizo cargo del equipo hace más de cuatro años. Vilanova perpetró una alineación y un plan de juego desde el temor a la pegada del Madrid. Se traicionó a sí mismo y, lo que es peor, traicionó una idea y un legado que parecían irrenunciables.

3.- Aunque lo más llamativo fue la colocación de Adriano en el centro de la defensa en detrimento de Song —renunciar a una salida limpia de balón en favor de mayor rapidez defensiva—, probablemente sus decisiones más graves fueron prescindir de un delantero —Alexis, Villa o Tello— en la banda izquierda para colocar ahí a Iniesta, lo que restaba profundidad al juego azulgrana, y ordenar que no se asumiera ningún tipo de riesgo a la hora de sacar el balón desde atrás, con lo que los jugadores azulgranas se vieron condenados a pelear los balonazos de Valdés.

4.- Los miedos de Vilanova desconfiguraron a un Barcelona mal plantado, que se veía incapaz de llegar siquiera a la zona de tres cuartos con el cuero controlado. La única propuesta eran balones largos a los desmarques de Cesc. La banda izquierda era un desierto clamoroso. Los laterales no llegaban. Y Busquets, Xavi e Iniesta se veían sobrepasados por el marasmo que generó su entrenador.

5.- Al Madrid, comandado por un gran Özil, no le costó aprovechar los complejos de su rival. El Barcelona, sin orden y ortodoxia, y, por tanto, sin balón, se convierte en un equipo intrascendente. El mediapunta turco, Benzema y Cristiano estaban desatados. Los merengues no sólo se adelantaron en el marcador sino que pudieron dejar sentenciado el partido en esos primeros treinta minutos.

6.- Pero fruto de la casualidad, sin merecimiento alguno, Messi empató el partido tras un churro de jugada. El Madrid acusó tan injusto golpe y ya no se recuperó.

7.- Poco a poco el Barcelona, mal que bien, se fue haciendo con el balón. En el segundo periodo se vio ya a un Barça más reconocible. El esférico, no sabemos si de manera deliberada, empezó a salir limpio desde la defensa. Los centrocampistas azulgranas, con Messi a la cabeza, fueron imponiendo su ley. Y la banda izquierda comenzó a ser ocupada, con las subidas de Alba, primero, y la entrada de Alexis, después.

8.- El Madrid apenas volvió a dar señales de vida. A pesar de los ocho puntos de desventaja y de que el empate no era un buen resultado, Mourinho parapetó a su equipo en su campo a la espera de cazar alguna contra.

9.- Un mundo separaba al Barcelona timorato que empezó el partido del valiente y orgulloso que lo terminó, encerrando al Madrid y generando ocasiones de gol.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Luminosa segunda parte del Barcelona

1.- Benfica-Barcelona (Champions, jornada 2), 2 de octubre de 2012, 0-2 (Alexis y Cesc)

2.- El Barcelona, tras una primera parte de cierto descontrol, demasiado de ida y vuelta —Valdés salvó dos goles—, con poca calma, firmó un estupendo segundo periodo en Da Luz, con un juego más compacto, madurando interminables posesiones, sin permitir que el rival saliera de su campo.

3.- El Barça del principio es el de Cesc: aceleración permanente, incesantes desmarques verticales, abuso del balón largo en profundidad, paso atrás en defensa para que el rival se adelente y haya lugar a rápidas transiciones... Y el del final es el de Xavi: agrupamiento en torno al balón, orden en las posiciones, pausa, juego masticado...

4.- Messi lleva cuatro pases de gol en los últimos dos partidos. Y ningún tanto. Otra manera de demostrar jerarquías.

5.- Jordi Alba, tan alejado de los focos, tan poco ruidoso, es un futbolista extraordinario. Hace muchas cosas y todas bien. Abarca todo el costado. Desdoblando al extremo y ganando la línea de fondo es un cañón —y sus centros siempre llevan veneno. Pero además saca el balón desde atrás con pulcritud y es capaz de dar continuidad al juego como si de un interior se tratara. No rifa la pelota ni a tiros. Es un tesoro para este Barcelona. Tal vez el mejor ala izquierda del mundo.

6.- Llamativa —y difícilmente justificable— confianza de Vilanova en Alexis y Alves. Sus recientes actuaciones aconsejaban un paso por la nevera, y más teniendo en cuenta que gente como Villa y Montoya necesita minutos. Alexis, al menos, se resarció con una buena actuación. Pero Alves parece definitivamente perdido para la causa.

7.- Increíble la mala suerte de Puyol con las lesiones. Su ausencia en el clásico del domingo es trascendente. La pareja que forma con Piqué es casi sinónimo de exhibición azulgrana contra el Madrid: estuvieron en el 5-0 de hace dos temporadas y en el 1-3 de Liga y el 1-2 de Copa de la pasada. En cambio, en las derrotas del Barcelona en los clásicos, siempre faltó alguno de los dos: en la final de Copa de Mestalla, en el 1-2 en el Camp Nou de la pasada Liga y en el 2-1 de la vuelta de la reciente Supercopa.