jueves, 19 de abril de 2012

Los peajes de ser el Barcelona

1.- Chelsea-Barcelona (Champions, semifinales, ida), 18 de abril de 2012, 1-0 (Drogba)

2.- No es fácil ser el Barcelona. La vida con Xavi, Busquets, Iniesta y Messi interpretando cada noche una sinfonía de pases puede parecer llevadera, pero no existen las situaciones idílicas, siempre hay peajes. El equipo de Guardiola tiene que sobreponerse frecuentemente a equipos que sin ningún disimulo renuncian a jugar al fútbol y se limitan a destruir, a meter a todos sus jugadores en su propia área, a generar embudos a base de apelotonar hombres... Les da igual que planteamientos así vayan en contra del espíritu del fútbol, un deporte que se inventó para atacar, para tener el balón, para crear. La mayoría de entrenadores, con eso de que el Barcelona está a otro nivel, se autojustifican argumentando que no existe otra alternativa de enfrentarse a los azulgrana.

3.- Pero esos planteamientos tan mezquinos no garantizan nada. Lo habitual es que esos equipos acaben perdiendo igualmente. Ayer en Stamford Bridge, si no fue así, fue por pura casualidad. El Barcelona dominó abrumadoramente el balón, disparó dos veces a los palos, un balón a las nubes con la portería vacía, Cech intervino con mérito en varias ocasiones, hubo un par de despejes sobre la raya de gol... Y el Chelsea apenas llegó una vez a la portería de Valdés.

4.- El Barcelona de la primera mitad recordó al de San Siro. Control total del juego, numerosas ocasiones, mucha presencia interior de Busquets, Xavi y Messi, con Iniesta por la izquierda y Alexis por la derecha. Cesc, eso sí, estuvo tan desaparecido como en Milán, donde no jugó. Atrás defensa de cuatro —Alves, Puyol, Mascherano y Adriano—, los laterales muy arriba y Piqué en el banquillo.

5.- Pero al borde del descanso, el gol de Drogba, en una pérdida de Messi en la medular cuando Alves había dejado una autopista a sus espaldas, inquietó al Barcelona. La segunda parte tuvo el mismo guión pero con menos finura por parte de los azulgrana. Atenazados, les costó un mundo desentrañar el muro que había plantado Di Matteo en la frontal de su área.

6.- Y Guardiola no contribuyó a aclarar el panorama. Se equivocó de inicio en la colocación de Alexis, que en la banda derecha es inofensivo. Y en los cambios no estuvo fino. Pedro, evidentemente, no aportó nada y Cuenca debió haber saltado mucho antes al campo. El partido exigía extremos que estirasen bien el campo.

7.- Es la tercera derrota del Barcelona en este curso. Pero ésta, al contrario que las losas de Getafe y Osasuna, muy probablemente sea redimida el próximo martes en el Camp Nou, allí donde la anchura del terreno se convierte en la peor pesadilla de la ruindad.

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