lunes, 27 de febrero de 2012

Una genialidad al rescate

1.- Atlético de Madrid-Barcelona (Liga, Jornada 25), 26 de febrero de 2012, 1-2 (Alves y Messi)

2.- La noche no se le presentaba plácida al Barcelona. Unas horas antes el Madrid había salvado el escollo de Vallecas, uno de los no muchos huesos que le quedaba de aquí al final de Liga, y se había colocado a 13 puntos. Y enfrente le esperaba el increíblemente transformado Atleti de Simeone.

3.- Pero el primer tiempo fue muy tranquilo. Simeone planteó un partido a lo Mourinho. Los once jugadores encerrados en su campo sin ninguna pretensión de pelear por el balón. El objetivo era evitar que el Barcelona encontrara espacios. Pero los de Guardiola, si bien es verdad que les costó mucho generar ocasiones y crear peligro en el área de Courtois, desde el principio se hicieron con el control absoluto del cuero sin ningún esfuerzo, como no se recordaba en recientes visitas de los azulgranas al Calderón.

4.- Más que la oposición del Atlético, lo que impedía al Barcelona ponerle un punto más de velocidad al partido era el lamentable estado del césped. Se está convirtiendo en fea costumbre utilizar la hierba como un arma para contrarrestar el juego del Barcelona.

5.- Se desplegaba el Barcelona a partir de un reaparecido Xavi, escoltado por Busquets y Cesc en la medular, con Alexis e Iniesta en las bandas, Messi por dentro y atrás Alves, Mascherano —Piqué de nuevo en el banquillo— Puyol y Abidal. El gol de Alves, llegando al segundo palo para empujar a la red un gran pase de Cesc con la izquierda, era la consecuencia lógica de lo que estaba ocurriendo.

6.- Tras el descanso, el Atleti salió a presionar más arriba y se encontró enseguida con un gol tras un mal despeje de Busquets a la salida de un córner.

7. Durante veinte minutos el Barcelona se desconectó. Le perdió por completo el hilo al partido. Guardiola, entonces, se vio obligado a ejercer su papel de entrenador intervencionista. Recuperó el 3-4-3, con Alves, sustituido al poco por Cuenca, en el extremo derecho. El cambio de sistema le dio otro aire al Barcelona, que recuperó el dominio y volvió a meter al Atleti en su campo. Aunque ahora los de Simeone no eran tan inofensivos como en la primera parte y creaban peligro a la contra.

8.- Y llegó la genialidad de Messi. Los grandes futbolistas hacen cosas extraordinarias. Los genios exploran terrenos que nadie antes había imaginado. Abren nuevas vías que ningún ser humano podía siquiera haber intuido. La falta que lanzó Messi, por imprevisible, arriesgada y novedosa, alcanza la categoría de genial.

9.- La primera decisión que toma Guardiola tras el 1-2 es volver a los cuatro defensas. Entró Piqué por Alexis. En cualquier otro equipo del mundo esa decisión del entrenador habría resultado de manual. Quedaban unos pocos minutos y había que cerrar el partido. Pero no en el Barcelona. Este equipo ha demostrado que la mejor manera de defender es atacar, tener el balón lo más alejado de la portería de Valdés. Guardiola, y no es la primera vez que toma una decisión de este tipo en estos últimos meses —en Cornellá le costó un empate— , mandó un mensaje equivocado al equipo en esos minutos finales. Dar un paso atrás en el Barcelona es sinónimo de sufrir. Y el Atlético no acabó empatando de milagro.

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